"Ese machismo estructural hace también que nos paguen menos y que nos programen en peores franjas horarias en los festivales. Esto siempre e puede rebatir, pero es una sospecha que tengo y que comparto con compañeras de profesión. "
Cantante y compositora de Tulsa, Miren Iza, procedente del municipio de Hondarribia, es una mujer con mucho aprendizaje musical tras la espalda. No es de sorpresa escuchar letras poderosas junto con sintetizadores en sus canciones y prueba de ello es su último álbum "Centauros".
Es muy común escuchar que en el sector musical existe una gran desigualdad con respecto a las mujeres. ¿Alguna vez has sufrido algún trato machista en tu entorno laboral?
No recuerdo nada escandaloso. Lo que sí he sufrido han sido lecciones y tratos condescendientes por parte de todos los estamentos del gremio, un técnico de sonido, un dueño de sello discográfico, un vigilante de seguridad... todos, durante años, ahora empieza a cambiar afortunadamente, cuando te ven mujer se ponen automáticamente en el modo paternalista. Lo costoso ha sido identificarlo, antes yo misma no lo veía.
Ese machismo estructural hace también que nos paguen menos y que nos programen en peores franjas horarias en los festivales. Esto siempre e puede rebatir, pero es una sospecha que tengo y que comparto con compañeras de profesión.
¿Alguna anécdota que quieras compartir con relación al tema?
Cuando tocaba en Electrobikinis, grupo compuesto por tres mujeres y un hombre, alguna vez nos insultaron, nos llamaron zorras, simplemente por estar en un escenario tocando, o nos decían que tocábamos mal pero que daba igual porque estábamos buenas. Lo cierto es que nos provocaba risa, esa actitud tan zafia al final ha resultado menos dañina que la otra, más sutil y más sibilina, de no valorarnos igual que a nuestros homólogos hombres, que poco a poco te mina y te hace creer que simplemente no mereces ese caché o ese horario mejor en un festival cualquiera. A las mujeres se les presta mucha atención cuando aparecen, sigue siendo evidente que se juzga con frecuencia su físico. Después, en poco tiempo deja de ser algo novedoso y pierde interés, entonces cuesta mucho más mantener ese hueco que un día se tuvo. Tiene que ver con la credibilidad a la larga que se le da a la mujer en la sociedad, tiene que demostrar mucho más que el hombre para conservar un lugar. Esto es así en la música y en todos los demás ámbitos sociales, la diferencia en la música o en las artes en general es que quizá el primer foco lo logra antes, pero también se deshecha antes.
¿Crees que en los distintos departamentos que existen dentro de la industria musical, existen desigualdades en cuanto al número de trabajadoras?
Claro, absolutamente en todos. Músicos, técnicos de sonido, producción musical, directores de festivales, programadores de salas, road managers, sellos discográficos...lo que quieras, todo está copado por hombres. Yo echo mucho de menos la presencia de mujeres en lo artístico, lo que más me toca: músicos, producción musical y técnicos de sonido y luces.
¿Cómo crees que deberíamos solucionar todo esto? Es decir, ¿cómo podemos conseguir que haya, por ejemplo, más mujeres como técnicas de sonido, de iluminación, managers y demás?
El cambio que tiene que ocurrir es muy profundo, hay una parte muy importante que tiene que ver con que la mujer deje de tener miedo de dar un paso al frente y pelearse por las cosas igual que hacen lo hombres, no tener miedo de competir con ellos, porque parece que aún pedimos permiso para figurar. Hay otra parte que concierne a toda la sociedad y eso cuesta más porque los hombres tienen que estar dispuestos a perder parte de los privilegios que históricamente han tenido. ¿Quién renunciaría de buena gana a tener al lado a alguien que se consagre a cuidarnos a alabar nuestras virtudes y talentos y que encima no quiera competir con nosotros? siendo justas, hay hombres que lo han entendido, que son sensibles y generosos y están participando del cambio, pero hay otros, que no quieren soltar esa posición bajo ningún concepto. Depende de nosotras tener bien identificados a unos y a otros y que no nos entorpezcan en el camino de elegir libremente lo que queremos hacer y después medrar sin miedo. El apoyo de otras mujeres es fundamental también, sostenernos unas a otras nos hace más fuertes a todas.
Canción que nos recomienda Miren